Nunca nadie alcanzó del Sol su plata
sus visos, sus espejos, tempestades…
Tan sólo tu Pegaso dio la mata
que crece hasta tocar los bellos jades.
Sin freno ni espolón tu cabalgata
sondea sin temor profundidades,
se pierde la paloma, la azafata…
y soy la mariquita entre mitades.
¡Y no siendo mi efigie de las flores
que al enjambre le ofrecen todo el ramo
no lloro, no contiendo, no reclamo…!
¡Me conformo si soy en tus colores:
blanco roto...o el índigo que lamo
surcando cielos…bien abrazadores…!
Blanco roto: un tipo de blanco