Se llena mi corazón de sangre al recordarte,
ocurre simplemente de repente;
como se encontentan mis ánimos y mi pecho canta tu existencia.
En veces mis pensamientos se ausentan de ti, como el celaje de el infinito justo en algunas primaveras, y aún así, no deja de ser bellamente inmenso el mismo cielo, más cuando te pienso.
Amar en ocasione es como la blasfemia a uno mismo, porque se deja de existir en algunos instantes y algunos segundos, reviviendo en el recuerdo por la persona que se ama.
Sí, el amor es así, en veces un paraíso, en veces un pequeño infierno; amor que se envuelve en ocasiones en guerras de sangre o santa paz de amarte.
¿Qué sería sí no te amara?
Porque hoy estas presente y de seguro en adelante también; constantemente te llevare en mis pensamientos, y sin dudarlo cuando suspiro eres tú, que inevitablemente llegas de repente a mis pensamiento.
Marc Téllez González.