Un esposo que la sabe ausente desde siempre. Han aprendido a vivir con un misterio entre las sabanas, cuando el amor carece de la pasión desgarradora de los cuerpos que se anhelan. Solo son la rutina de los jueves a media luz, con la monotonía del compromiso de la obligación marital, no existen ilusiones que la llenen completamente. Casi es un grito de angustia en el murmullo en donde creció su insatisfacción. Cuando terminan de hacerlo ella respira en su cárcel de mármol de Carrara. Una casa espectacular llena de magnificas obras de artes, muebles y detalles de ensueño en donde el verdadero amor es un huérfano inútil.
Extracto de la novela: Aquella Mujer de Alexander Cambero 2016