Hija del mar

De oruga a mariposa

 No es una sensación desconocida,
quizá más intensa que otras tantas,
como una oruga estrangulada en su propio capullo,
asfixiada, aturdida en su propio cuerpo,
angustiada, muy dolida, sin saber qué hacer ni querer hacer...
sintiéndose una extraña para ella misma,
desidentificada con lo que fue,
de sus anhelos, de los que siempre creyó fueron sus sueños...
perdida y desconocida,
pobre oruga encarcelada,
¡libérate!... vuela hacia el horizonte eterno,
busca tu libertad y no dejes de volar mientras puedas,
la inmensidad te espera...
¡Libérate y vuela!