No creas que soy de carne y hueso,
soy olor de heno en la madrugada,
a mi me lleva siempre el viento
y me trae de vuelta la oleada.
No pienses que sólo tengo manos,
ni unos pies para andar,
yo tengo palabras y murmuro
y hasta una noche para soñar.
A veces no respiro, ni vivo,
tampoco puedo mirar,
el silencio se alía con mi alma
y mi voz quiere descansar.
Yo no soy humano !sólo espíritu!
No tengo ni piel ni densidad,
silbido del viento que vuela
y luz que brilla en la oscuridad.
Soy en la oquedad, la presencia,
estela que se pierde al flotar,
yo vivo como el mismo universo,
sin principio ni final.
Mi libertad es el pensamiento,
mi fortuna sin duda, el versar,
nado entre rimas y letras
y derramo mi tinta al pasar.
Que no hay cárceles con rejas
que a mi me hagan parar,
yo tengo el mundo entre las manos
cuando me siento a crear.
Que es poesía? !no preguntes!
Dale voz a tu palpitar,
pon en cada latido una palabra
y al juntarlas lo comprenderás.
Son luces que manan encendidas
de quién posee sensibilidad;
truenos que vraman por dentro,
a veces, lágrimas y debilidad.
Es nieve que cae cálida,
es fuego que arde sin quemar,
tu vida en un blanco lienzo,
que se eterniza al recitar.
Un canto musitado a lo lejos,
la respuesta que pronuncia la mar,
un otoño desojado !una primavera!
!la libertad! !la libertad...!