Duermes, mientras diviso tu valencia,
la tersura lozana de tus brazos,
lo que avala de fina mi videncia
aunque cierran mis ojos los flechazos.
Ya dormida percibo complacencia
cuando me aprietan tus estrechos lazos.
¡Oh, me embriaga tu voz de florescencia…
en el más primoroso de los pazos!
¡Enciéndese mi verso muy sonoro
al tomar del amor su aurora plena,
tu verdura que nunca la evaporo!
¡Es cascada la Luna…es colmena,
así como mi cuerpo se desvena
por tus flechas que esplenden como el oro!
pazo: Casa solariega gallega, especialmente la edificada en el campo.