Lo azul está en la sangre de esos pájaros
En la lluvia silente del otoño cotidiano
Mi ventana está enferma
Ayer perdió la batalla esperando tu sol
Ya no hay un orden cronológico para llorar
Solo espero
En mi tumba construida a partir de una hora
El despertar… como dos ojos ciegos
Con los pulmones llenos de la palabra vida
Para que me asfixie otra aurora