Amada..¿Te has dado cuenta que el sol y la luna
ya no brillan como ayer, pero siguen brillando?
Tus manos y el tiempo caminan al mismo paso,
y aún recuerdas aquel árbol grande de esa duna.
Sé que aún brillan tus ojos al vernos reír,
y se inundan tus mejillas al vernos llegar.
Llega la hora, y aún aquella pieza suena
en las lejanas tardes de tu humilde hogar.
Amada, tan elegante como una gardenia;
al paso lento del tiempo te haces más bella.
Amada, tus mocas benditas nos has dado;
ya mucho tiempo por nosotros has llorado.