Te busco y no te encuentro
Te espero y no regresas
Te beso y no te siento
Te escribo y no respondes
Te hablo al oído y no me escuchas
Me paro frente a tu desprecio y no me ves
Surco tu piel y no sonríes
Luego te daño y no te enojas
Te ayudo y no agradeces
Te encierro y no te escapas
Te drogo y no me amas
Sueñas pero no me sueñas
Muero y no te importa
Te lo digo pero no lo crees.
¡Ay!
¡Amor mío!
Para ti no existo como antes existía.