Las estrellas se estrellan contra las rocas,
pero las rocas no están tristes.
porque están acompañadas de girasoles,
el alma no se llena de melancolía,
porque le acompañan
guitarras y flautas
que entonan,
dulces y verdaderas canciones.
Los pergaminos no se queman,
con un fuego gris,
porque contienen letras de hierro,
escritas con tinta de rocío nocturno,
y valiente oro.