Constancia, seguridad,
pero sin miedo a dudar.
Mejorar, aprender,
pero sin miedo a crecer.
Humildad, sabiduría,
pero sabiendo ser ignorante.
Porque no hay peor cosa en la vida
que creerse más que nadie.
El más sabio de este mundo
es quien reconoce sus fallos,
sus errores y fracasos,
pero siempre tenaz y constante
para seguir mejorando.
No hay mayor valor en la vida
que el actuar honrado
y no hay nada más indigno
que considerarse sabio.