Eran las doce del mediodía. Las campanas de la iglesia de la ciudad sonaban invitando a la Santa Eucaristía. Los fieles llegaban uno a uno a compartir el Pan del Señor. Los ritos iniciaron, mientras entraba una señora con su recién nacida entre los brazos. Solemnidad cubría el ambiente mas, aquella señora algo la agobiada, en su rostro la tristeza era imborrable. Se sentó en las primeras bancas de la entrada, sumisa, confundida era su semblante. Paso la hora la Santa Misa terminó, la iglesia se vaciaba, los fieles se retiraban a sus quehaceres. El sacerdote hacia las ultimas reverencias hacia el altar, mientras se dirigía a la salida del templo algo le llamó la atencion, observó con atencion un puñasco de pañales, un poco sorprendido se dirigió a verificar. Cuando se acerco movio las ropas, y vió que una niña recien nacida estaba ya sin vida. Entre las ropas una nota que decía: \"Dios me la dió, Dios me la quito. La dejo aqui porque no tengo dinero para poder enterrarla\". La madre de la pequeña había desparecido. El sacerdote llamo a las autoridades para que investigaran el caso.
Aquella pequeña estuvo en cuerpo presente en aquella ultima misa.
Mientras la madre se fue en busca de consuelo.
La regreso al Padre Celestial lo que le habia prestado.