Mira que sois traviesos
agotadores e inquietos,
pero ¡os echo tanto de menos!...
No paráis ni un momento
todo el día en movimiento
pero así os prefiero.
Saltos, risas y cantos
que ahora ya no tengo
pero me refugio en mi recuerdo
para disfrutaros en todo momento.
Torbellino imparable
que arrasa todo a su paso
rompiendo mi monotonía
con actividad acuciante.
Una cura para mi habéis sido
alegrándome los días
uniéndome a vuestras risas
travesuras y alguna que otra fechoría,
ni imagináis lo que os quiero
mis queridos Samuel y Lucia.
(Con cariño, la madrina)