Cuando entiendo que no comprendes;
lo que escribo y no te digo,
o lo que es fácil, no te entiendo.
Me tengo paciencia, quizás
no la suficiente, para darte un poco.
Es difícil remontar las colinas
en tus incomprensibles dudas
Para ser más tranquila, para no correr,
tampoco, quedarme quieta.
Por eso te tengo paciencia.
Pues si entiendo que no comprendes.
Me dan ganas de romper te mis huesos.
Mejor, doy un respiro y exhalo
un tantito más de calma y me alivio el alma.