Bartleby, el escribiente es una de las narraciones más originales y conmovedoras de la historia de la literatura.
Melville escribió este relato a mediados del siglo XIX
¿Que tipo de historia conocemos?
Era de noche cuando Bartleby le manifestaba a su amigo la grandeza e importancia de la historia. Puesto que a través de esta, se lograba estudiar una serie de elementos básicos para la comprensión de las ciencias, las artes y cualquier otra cosa que se quisiese indagar.
Al escuchar dicha afirmación, Herman Melville le pregunto ¿Porque te parece tan importante la historia? A lo que Bartleby le contesto: me parece importante, porque cualquiera que desee avanzar en un arte, en una ciencia o en cualquier otra cosa, deberá estudiar la historia de aquello que desea conocer. De esta manera comenzara a entender cada una de las partes que conforman el objeto de su estudio.
Además, lograra observar cada una de sus modificaciones a través del tiempo, y como han cambiado con relación al espacio y al lugar.
Con una sonrisa, Herman Melville le refuto diciendo: lo que dices posee mucho valor. Lo que no me has referido es que la historia parece tener dos imágenes; una que se apoya en los hechos reales, describiendo lo sucedido durante un periodo de tiempo, espacio y lugar, en distintos estadios evolutivos del hombre, y otra, que utiliza hechos reales, pero que los maquilla a beneficio de unos cuantos, empresarios, políticos y académicos.
¿Puedes explicarme eso? Bartleby miro pausadamente a Herman Melville, y le manifestó que prefería no hacerlo.
A lo que le respondió Herman Melville ¡Valla! Siempre he notado que eres un hombre de preferencias. De hecho, no quisiste abandonar la oficina que ocupabas cuando estabas al servicio mío, preferiste ir a la cárcel.
¿Lo recuerdas? Bartleby, el respondió: prefiero no hacerlo.
Herman Melville le dijo: ya que no prefieres recordar, ni hablar. Te manifestare mi pensamiento.
Algunas veces he pensado que muchos de los que hoy en día consideramos grandes, que han ocupado un lugar en la historia, y que les conduce a una especie de fama bien aclamada. Fueron menos famosos, que aquellos hombres que realmente si lo fueron, o deberían haberlo sido. Pero que al poder de los reinos e imperios, no les convenía que pasaran a la historia.
Ejemplo: en Colombia hay una historiadora famosa, la cual se llama \"Diana Uribe\", esta mujer ha trabajado en emisoras, y una cantidad de proyectos que le han otorgado cierto reconocimiento en dicho país. Cuando en un futuro se hable de los mejores historiadores de América de sur, se mencionara su nombre.
Pero déjame decirte que es egresada de una universidad burgués, que tiene las conexiones políticas para ganar bien, ejerciendo un arte liberal. Y que el dinero puede hacer lo que el mérito y el talento muchas veces no consigue.
Ahora te pregunto nuevamente Bartleby ¿Qué puedes decir a ello?
Bartleby, mirando a su compañero le respondió con una serenidad, y una tranquilidad de espíritu asombrosa, con aquella frase clásica. Prefiero no hacerlo.
Herman Melville tomo nuevamente la palabra y dijo: te puedo decir que hay en Colombia verdaderos historiadores, pensadores, filósofos, matemáticos, físicos, poetas, literatos, sociólogos, teólogos, pintores, etc. Que tienen algo en común: el \"Anonimato\".
¿Por qué? Porque el dinero compra lo que el mérito, y el talento no pueden comprar.
Por ende, es necesario apoyarnos en la historia para comprender las cosas como tú dices, pero también debemos investigar, que clase de historia nos están vendiendo, pues en Colombia y el mundo, la historia tiende a ser tramposa, vil, baja, ruin y manipuladora.
FIN - Jose Orlando Melo Naranjo, Bogotá, Colombia.