A veces imagino
que el arco iris se decolora
y que las aves sus trinos
ya no los entonan.
.
Imagino que la lluvia
ya no canta igual
y que las abejas zumban
distinto en el panal.
.
De pronto despierto y miro
al arco iris y a la lluvia,
y oigo zumbidos y trinos…
Nada ha cambiado. ¡Aleluya!
.
Siempre la naturaleza,
dada por Dios mismo,
nos brinda su belleza
de gran colorido.
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Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela