Diaz Valero Alejandro José

Versos para una despedida

 

Nuestro romance,

colorido era.

Nada tenía que envidiar

a la primavera.

Fue multicolor ¡Claro que sí!

como un arco iris

abrazando a un colibrí

con sus bellos matices,

un amor, un gran amor

de esos que no dejan cicatrices

al decir adiós.

.

Vestí de gala mi sonrisa,

le di mi alma desnuda

como lluvia que salpica

repartiendo frescura.

¡Amor sin dudas!

tal vez con ciertos temores

nos amamos con todos los honores,

pero ahora en silencio

nos llegó la despedida,

Así es la vida…

Así es la vida.

.

Experiencias amorosas

tenemos todos,

pero hay algunas

que dejan en el alma

huellas profundas,

esas que sin tiempo

ni distancia, perduran.

¡Ay! como llevo cada instante

grabado  ese romance

en mi mente,

un amor de siempre

que en pleno florecer,

dejó de ser…

Dejó de ser.

.

Cada mañana era mi sol,

en las noches, destellos de luna

que embriagaba cuerpo y alma

con la magia de su dulzura,

fuimos gotas de lluvia

sedientas de tierra seca

y construimos con letras

cada risa, cada pena

dejando en hojas dispersas

los más bellos poemas.

Ya no está ese sol,

ya no brilla, la luna tampoco

porque llegó el adiós

entre nosotros.

.

Decirle adiós

fue un amargo trago,

fue de ambos  la decisión

para demostrar que nos amamos.

Despedirnos fue tan extraño

porque dejamos el amor vivo

en nuestras almas cautivo

para no hacernos daño

.

Adiós amor de siempre

Adiós amor lejano

te dejo mi rostro sonriente

y mi corazón destrozado.

Adiós amor sincero,

adiós amor soñado

aún recuerdo tus cabellos

por lágrimas bañado.

Adiós  amor bonito

amor de nosotros dos

me despido con este escrito…

Adiós amor, adiós.

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Autor: Alejandro J. Díaz Valero

Maracaibo, Venezuela