Tener espero
auxilio del Señor
en mi última hora.
(Senryud)
Al final
Quizás en mi postrer y último momento
no hayan recuerdos de nada ni de nadie
Quizás de mi voz solo salga un lamento
y una débil luz de mis ojos irradie.
Alrededor de mi lecho tú y mis hijos
y mis nietos que siempre me vieron viejo.
Mis ojos vidriosos en el Cristo fijos
y aroma de armario de mi traje añejo.
Mis manos pálidas y apergaminadas
van en afán de búsqueda de las tuyas.
Están tan desmayadas y tan heladas
que esperan, que en tu tibieza las incluyas.
De repente en destello de lucidez
surge un breve recuerdo de nuestro amor,
de tu piel, su suavidad y calidez
y de tus ojos lealtad y candor.
Te veo acurrucada oyendo mis versos
en tus cabellos luce un rojo clavel.
Mis besos posan sobre tus labios tersos.
y en mi boca dejas un sabor a miel.
Y antes de la oclusión final de mis ojos
en capítulo último de mi razón
sé que muy cercano a mis tristes despojos
me acompaña piadoso tu corazón.
Y después por escalinata de luz
seguirás por mi camino a lo final
y llegando a la presencia de Jesús
magnánimo hará nuestro amor ¡inmortal!