Planeaba cediendo su destino al viento,
Volaba sin prisa,
bajito,
para no perderse.
¡Y yo lo seguía!
Y extendía mis brazos
que eran alas de ceniza
Queriendo abrazar el mundo.
Y bailábamos las nubes,
Que fueron canciones.
Y cantábamos.
¡Ah¡ ¡Cuánto sentía!
Era un sueño viejo.
Pero yo sufría un miedo,
Terrible
De despertarme.