La maldad no es algo ajeno a nuestra naturaleza
es implícita a nosotros
es lo que somos
solo es controlada por nuestra convivencia social
por el que dirán de nosotros
si nos portamos mal
Sin embargo cuando creemos ser anónimos
o estamos solos en un lugar cerrado
nos comportamos
como realmente nuestros instintos básicos
vienen.
Encapsulados en una envoltura de carne
contenidos por la mirada vecina
sea de nuestros padres o familiares,
reprimidos por la “conciencia”
hasta la siguiente oportunidad
Es la sombra de la luz en nuestro ser
es la naturaleza oscura
con la que venimos todos equipados…