No, no eres como los demás
porque yo soy tu sendero,
aquel que caminas sin perderte,
y porque mi vientre ama tu semilla.
No, no eres como los demás
porque me das tu palabra
y yo anuncio la promesa,
y me aúllas suplicante
en las infinitas curvas ignotas de mi espalda.
No , no eres como los demás
porque son muchas las delicias
que traza el placer en nuestro otoño
y es tanta la humedad que lubrica al tiempo,
que detenido, celebra nuestros cuerpos.
No , no eres como los demás…