NATURA: REFLEXIÓN DESDE LO PROFUNDO DE UN POZO
En nuestro transitar por nuestras particulares vidas,
en donde tenemos enfocadas nuestras metas conocidas,
todo lo que hace a nuestros desvelos cotidianos, comunes y corrientes,
desde sus silencios y sus tiempos, con pronósticos dementes,
la Madre Naturaleza sigue con sus propios planes y recursos
intentando solucionar los desquicios que le infringimos a sus cursos.
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Lento, pero seguro; \"chi va piano, va sano e va lontano\";
sin prisa, pero sin pausa; por los caminos que van a Roma, pero de doble mano,
Paso a paso; con nuevos destinos a los que habrá que ajustarse y obedecer,
mal que nos pese, tratando de ir por la sombra, pero sin detener,
mientras aprovechamos \"la fresca\" y cantando bajito,
mientras rogamos que si caen piedras, \"garúe finito\",
deberíamos ir intentando adaptarnos, como lisiados reumáticos,
a que los cambios ocasionados no nos sean tan traumáticos.
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Y si por falta de previsiones -lo que es clásico en los humanos-
nos lloviera sopa y nos encontrara con un tenedor en la mano,
tendremos que \"ir a llorar a la iglesia\", o sino, \"a cantarle a Gardel\",
por consecuencias de estas locuras, por las que ponemos sobre el mantel.
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Y en la Madre Natura, con la frase \"del dicho al hecho hay mucho trecho\",
dueña de sus propios pasos, pierden coherencia mensurable todos sus hechos,
ya que el trecho de sus imperceptibles respuestas representa la \"miserabilidad\"
de todos nuestros patéticos egoísmos y de toda nuestra miserable mezquindad.
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Y pareciera que el desgano continúa,
en la mente brillante que acentúa
estos versos, las rimas, o la prosa
que Natura -dama tan preciosa-,
hace admirar a un sensible corazón,
con la esencia de una perfecta Creación,
deseando que desaparezca esta humana apatía
-tan normal en lo ajetreado de nuestros días-
porque Natura es heroica y bien merecedora
de tan divina y genial vocación reparadora,
que en todos nosotros, sus fieles admiradores,
le dedicamos imaginarios poemas en colores.
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¿Será cuestión de solo aceptar lo que le pasa?
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Peor está él -el humano- que es al que le pasa;
peor está él, que el dolor de Ella ya lo abraza;
peor está él, que la destrucción debe aceptar;
que le duele ahora y es dolor que lo va a matar.
Es el dolor que no se siente, pero que sí se tiene;
el dolor que duele, más que hoy y hasta donde fuere;
con ese sufrido dolor que lo acompaña, que lo entretiene;
con ese maldito dolor se sufre, con ese verdugo dolor se muere.
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Siempre hubo, hay y habrá un por qué...
sino, tú, que dices que lo sabes todo, explícame,
¿será que alguna vez existirá un mañana en calma?
¿por qué, si amas tanto la Vida, vacías tanto tu alma?
*
Así están las cosas; la bola echó a rodar por la pendiente...
¡ni mujeres, ni niños, primero!... ¡ni ricos, ni pobres, ni pudientes!
La única razón que vale, conociendo a los \"bueyes con que uno ara\",
es la única razón que es clara y que es nuestra única razón tan cara:
solo tenemos que huir de este planeta, que es la cuestión que queda,
y, apenas, junto a los que amamos...¡SÁLVESE QUIEN PUEDA!
*
Eduardo Faucheux
24-05-2016