Lebusla

EL CANTAR DE LOS GALLOS

EL CANTAR DE LOS GALLOS

Todos los días escuchaba el cantar de los gallos
unos cantaban arriba, otros respondiendo abajo,
unos cantando abajo y los otros cantando arriba.
La gente vieja (entre la que no contaba yo) me decía:
los gallos son sabios”. ¿Por qué? pregunté yo.
--Porque sabido es, que cuando cantan arriba
hay muerto allá abajo y cuanto cantan abajo
seguro muerto hay arriba--.

Pasa que en esos días, cerca estaba un sufragio
y le tocó cantar en la tribuna al aspirante de arriba
--¡verán progreso! ¡habrá…mucho trabajo!--
y desde abajo, raudos y sin demoro
eufóricos gritando ¡viva! ¡viva! ¡viva!.

Y al pasar los días, sentado ya el de arriba
¡ya no cantaba!, o sí, cantaba solo
se le olvidó que el canto, era para cantarlo en coro.

Y seguidos otros días,
escucho yo un clamor que desde abajo venía
y ¡eh! un canto allá arriba.

Y de nuevo la gente vieja
(entre la que tampoco cuento yo)
me decía:“los pueblos son sabios
y una incógnita se me quedaba viva
¿pueblos? ¿sabios? ¿gallos?
¡rayos! ¡rayos! ¡rayos! ¡rayos!
¿qué tienen que ver los pueblos
con el cantar de los gallos?.


Lebusla
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