Recuerdo el corazón que se burlaba
haciendo entre mi pecho malabares,
mis manos no encontraban sus lugares,
miraba sin saber lo que buscaba.
Tu cuerpo muy cerquita caminaba,
tus pasos y mis pasos similares,
los nervios en sonrisas singulares,
la tarde poco a poco se marchaba.
Paramos y en minutos casi eternos
tu mano te tomé y quizás por eso
al suelo se cayeron mis cuadernos.
Juntamos nuestro labios en un beso
que fue el significado de querernos
y aun vive en nuestras mentes libre y preso.