Viernes, 13 de mayo del 2016 a las 11:48 PM.
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Cholita distinguida de la sierra andina soy,
fascinada por el verdor de eucaliptos floridos;
me miran me sonríen muy gozosos al verme
por caminos llenos de fragancias y encantos,
apostados tras la cercas de piedras y barro puro.
Hojas de eucalipto su divina fragancia aspiro
mientras se mecen con las brisas del viento,
empuñando aromas sutiles en sus manos.
Como ráfagas de viento hechicero sueño, cavilo,
cabalgo como potra salvaje; doy gracias a Dios
el permitirme disfrutar del universo su belleza.
Siento tanta gratitud por la tierra que me cobija
mi tierra Contumacina que adoro y es prolija.
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Cholita soy de las altas cumbres, donde
se siembran ocas, ollucos, quinua, maíz,
manzanas diversas, poro poros, mashuas,
trigo, deliciosas papas y camotes ... Soy la
misma que camina trepa la punta del cerro,
la cúspide de Cascabamba junto al azulado cielo,
donde la respiración es jadeante para el forastero
y para el nativo, la oxigenación es céfiro puro.
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En la cima de Cascabamba siento libertad; soy libre.
Soy pájaro engrandecido y respiro libertad al vuelo.
Soy ave del cielo divisando la ciudad; soy ave honorable,
desplegando mis bellas y coloridas alas; escucha
mi armonioso cantar en ramal de bosques floridos,
escucha mi trinar al despertar, en alegres amaneceres.
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Cholita soy y me gusta ordeñar robustas vacas; saborear
fresca leche caliente, como los becerros junto a su madre.
Espumante nívea es la leche del balde rojo donde la
mantequilla se va batiendo hasta tomar consistencia,
mientras los gallos cantan al alba en celestial armonía.
Dóciles, graciosas y esbeltas llamas, alpacas y vicuñas
pastean pajonales, consumiendo hierba blanda o dura
llamada Ichu. De su belleza y agilidad me deleito; natural
habitad sin contaminación ambiental; admirables alturas.
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Con alforjas sobre mis hombros subo cuestas y llena
de sueños, anhelante, esperanzada, deseosa, ambicionando
probar suerte en la ciudad de Lima, Ciudad de los Reyes.
Al llegar a la capital, \"Chola fea,\" me llaman; por ser oscurita,
pero no saben que aquí dentro llevo, en mi corazón, un cofre
lleno de oro. A la ciudad llego con burro y soga en mano,
presagiando mis cantares y avatares dignos sin abismos,
profundos y sin improvisaciones. Sudando la gota gorda,
recorro tiempos afables, amables sin látigos inoportunos.
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Ésta cholita de la sierra andina deja sus verdes cerros,
aire puro y huellas diseminadas que no se desvanecen
con las fuertes brisas del viento que soplan desde la puna,
con pisadas que braman para experimentar sueños
bordados con alegría, amor, felicidad y transparencia en
claros amaneceres, lejos de mi tierra Santa, Contumazá.
Rosa Elizabeth Chacón León / Elizabeth Chacon Stevens
Derechos del Autor Reservados.
Contumazá, Perú.
Miami \"Tierra Primaveral,\" USA.