He procurado
en mis sueños
no recordarte.
Y no lo consigo.
Como en el día,
las horas van contigo.
Tus palabras, tu verso,
tu diáfano cavilar,
me persiguen.
Sin evitar añorarte.
Es la pasión;
alimento del ahora
a sabiendas
que rauda es,
lividez del cuerpo.
He definido en mis días
olvidarte.
Y sé que a posterior
negligente es
de mí mismo.
Inevitable amor…pulcro.