ricardocabrera

Quiero regresar el tiempo y ser niño otra vez

 

Quiero regresar el tiempo y ser niño otra vez,

quiero que tus brazos me cobijen, y que beses

mi frente, y que tus ojos buenos me acaricien

como solo tu mirada sabe hacerlo y te quedes

conmigo hasta que mis ojos se cierren.

 

Quiero que la palabra madre sea una plegaria,

un conjuro para desterrar los miedos infantiles

quiero que mis penas de amor encuentren

el pronto alivio hasta que mi canica roja regrese.

 

Quiero encontrarte cada mañana, sonriendo

detrás de una taza de leche, recriminándome

que soy un perezoso, pendiente de que lave

mis dientes y mis zapatos estén lustrosos.

 

Te quisiera hoy  madre protectora de mi niñez

la guardiana de mis sonrisas y colectora tenaz

de mis lágrimas, que se transformaban en sal   

de mar con tus besos y los cuentos fantásticos

se convertían en historias ciertas de mi vida,

donde yo  era el héroe salvador del día y tu

la narradora perfecta de todas mis correrías.

 

Quisiera regresar contigo maestra del engaño

y de los sortilegios, quien con unas  palabras

convertías un pan añejo  en un manjar  y unas

monedas  depositadas en mi mano compraban

un trozo de felicidad. 

 

Tu cara resplandeciente era una máscara

impenetrable que no dejaba ver las marcas

que las penas fueron dejando en el fondo

de tu corazón.

 

Tus palabras de aliento siempre estuvieron

ahí, en el momento exacto, nacían mágicas

entre los olores de la masa en el horno o bien

se escondían entre las especias y las hierbas

pero tu sabías donde podías encontrarlas.

 

Cuanto te necesito hoy madre, cuanto necesito

tus brazos abiertos que me ofrecían consuelo

cuanto necesito oír de tu boca las palabras

exactas que me hacían creer que era un niño

bueno, y que la vida me llenaría de amores

y fortuna y que se irían las penas y los desvelos.

 

Quiero regresar el tiempo y ser niño otra vez,

porque mi corazón estaba lleno de tus besos

y las caricias de tus manos volaban por mi cara

como los relatos de las gaviotas que seguían

en el mar a los piratas, que  en lugar de buscar

oro y doncellas se llevaban  mis miedos

y mis penas y  los dejaban olvidados en una isla.