Hoy mi cuerpo no quiere llegar
A la meta y mi alma se mancha
De un gris penoso.
Las líneas de este triste poema
Se desangran con lágrimas de
Dolor.
No sé que es lo que pasa dentro
De mí…
Mi corazón siente un vacío
Inmenso y mis ojos todavía
Resisten a la penumbra.
¿Qué es esto que siento?
El amargo sabor a congoja
No se disuelve ni desaparece.
Hace tiempo que anhelo la
Hermosa sonrisa de mis labios
Que llenaban mi ser de paz.
Por las noches divago en la
Desconsolada vida que llevo,
Y sueño con un mañana dichoso.
Quisiera no estar…
Pretendería hallar la respuesta
A este desahuciado penar, pero
Mi sombra se aleja y la nada me
Invade nuevamente.
Este tiempo he estado a solas
Con mi prejuicio y el pasado;
Eh podido ver la oscuridad que
Corrompe mi mente y he querido
Echarla…
Pero, ¿Cómo puede el desierto
Despojarse de la arena?
La partida ya esta fijada y alguien
Del otro lado me espera.
Que frío que se siente de pronto
¿No?
Disculpen, pero no quisiera
Demorarme…
© Maximiliano Cabrera