Tu boca está tan húmeda
que no me quiero separar de ella.
Nado en tus labios, naufrago en tu lengua,
me ahogo en tu saliva, me atrapo del deseo,
me mareo en tu mar, me sostienen tus dientes.
Tomo un poco de aire y regreso bajo el agua.
Cierro los ojos pero veo tu garganta,
froto tu paladar, acaricio tu mejilla,
no puedo parar de navegar.
El clima empieza a embravecerse,
se aproxima rápido una tormenta.
Mi barca se agita cada vez más,
las olas son cada vez más altas
ya no hay aire que pueda probar
me hundo, me hundo, me hundo…