Con tus dedos de seda
recorres mi pelo,
tocan muy dentro
de mi corazón.
Hacen un breve recorrido
por mi cuello
y es ahí donde inicia
la pasión.
Con tus dedos de seda
callas mis versos,
solo quieres escucharme suspirar,
un dedo recorre mi espalda
y sé que muy pronto
me voy a entregar.
Con tus dedos de seda
recorres mi cuerpo,
mi boca no te deja de nombrar,
tu nombre se ha clavado tanto
ahí..donde tú quieres llegar.
Y son tus dedos los que me embriagan,
los que me llenan de placer,
los que provocan en mi la calma
antes de que empiece al amanecer.
YOLANDA BARRY.