Como presumías
que solo ibas a ser mía,
y yo como un tonto
me fui corriendo a buscarte.
Llegué donde me esperarías
Y ni la sombra vi de ti,
debió darme rabia y me dió risa,
que tontería la mía.
Te espere algunos días
Y pensaste que me engañaste,
la tristeza me volvió alegre,
ya me liberé de tu habladuría.
Creerte aunque me lo digas de rodillas
eso nunca, jamás,
porque amor como el tuyo
me causa melancolía.