Es la estepa, fauna y flor
del sofocante calor
que la llanura genera,
y que le sirve de lecho
a las aves que al acecho
buscan refugio doquiera.
Habitan en el desierto
-que tan solitario y yerto
engaña con su espejismo,
escondiendo en las arenas
reptiles que, a duras penas,
se nutren del yermo mismo-
Del estepario presente
rompen la quietud silente
un par de urracas parlantes
que al ulular de los búhos
con sincronía y en dúos
afinan como cantantes.
Es celestial sinfonía
escuchar en melodía
los gritos que lastimeros
entonan los habitantes
con sus penurias bastantes
y de alimentos austeros.
Esa es la esteparia vida
donde ni agua ni comida
está fácil conseguirla;
son muchos los elegidos
y pocos los atrevidos
que se jactan de vivirla.-
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN. MÉXICO, Mayo 16/16