Unos ojos que me miran,
que los siento desde lejos,
me llaman,
me miman
y siento que en los míos
arde su reflejo.
Me recorren todo mi cuerpo,
y en el medio del centro
se detienen,
ahí se contienen
dándome su esplendor
con todo su calor.
Por esos ojos yo me pierdo
porque me hace falta su amor,
se me agita mi pecho
porque siento que ellos
en mi interior
quieren penetrar,
no puedo hacer nada
y los tengo que dejar entrar.
Esos ojos
que me miran desde lejos,
hoy se me hacen más cerca,
los siento tan sublime
y tan latentes,
ellos me miran
de cualquier forma,
pero me miran siempre.
Esos ojos
que me miran
con acaudalada dulzura
entregan su fuerza,
su brillo y también su ternura.