... si ves una sombra en la pradera al contraste,
Es una nube cargada pasando a través,
Si no dices a tu brisa que la empuñe,
aunque enamorada, no te dará de beber.
Si ves un beso lunario tatuado en tu nocturna piel.
Sin estar ambos latentes, en omnipresente
visión estelaria, sentirás la dulzura ordinaria,
de mi mano, al dejarte ir.
Así como el rocío de los poetas simples,
se vuelca en pétalos de tu flor ausente,
El mío, blancura solemne, vida muriendo...
salta a la marea de tus sábanas,
desagitándome.