Mis palabras no dicen basta,
no puedo decir un adios,
las palabras me juegan,
juegan con migo y con el,
sin nada que decir,
sin nada que expresar,
sin nada que escuchar,
sin un adios.
Solo silencios que juegan,
juegan a ser amigos,
silencios que juegan con
nosotros mismos.
Romina
Soledad
Traut.