Los signos apocalípticos
hace mucho lo empezaron,
cuando en Nicea se aliaron
los curas y los políticos,
Inventaron el concilio
un obispo y Constantino,
un Emperador ladino
que a los cristianos se unió,
el obispo le firmó
y se hicieron uno trino.
Seguimos el diapasón
de la historia de este mundo;
se halla Urbano Segundo
en Clermont de señorón.
Muy venerable y muy santo
inventando las cruzadas,
que fueron guerras \"sagradas\"
p´\"salvar\" al cristianismo,
inició el capitalismo
con ciudades arrasadas.
Los \"Soldados del Señor\",
que les llamaron Templarios
no eran mas que mercenarios
imponiendo gran terror.
Y seguimos adelante:
El mundo sigue girando:
La predica del perdón
la cambió la inquisición
a todo mundo quemando
con Torquemada el patrón.
Al siglo veinte llegamos
con el Papa Pío Doce,
y la iglesia con su pose
en Europa la encontramos,
con Hitler y Mussolini,
animales despiadados,
pero los curas turbados
por impuestos a pagar,
se ponen a negociar
sobre cuerpos cercenados.
Partidos y religiones
son dos hermanos gemelos,
unos te ofrecen mil cielos
otros buenas condiciones.
Son grandes estafadores
que viven de tu dinero,
les das el voto primero
o el diezmo les das constante,
con tu plata muy sonante
ellos viven cual banquero.
Y si piensan que les miento
observen al diputado
y también aquel prelado
como vive de contento.
En tanto, el pobre delira
por un mísero bocado
el cura esta bien sentado
y su manjar saborea,
mientras tanto, tu hijo hambrea
por darles lo que has ganado.
Dejen de soñar despiertos
que tres tiempos comerán,
o que el cielo ganarán
cuando ya se encuentren muertos.
El diputado, el Pastor,
sacerdote, sacristán,
de vos no se acordarán
cuando los diezmos terminen,
cuando tus hijos caminen
con hambre, y si tener pán!
Autor: Aníbal Rodríguez.