Por los cerros de Loja un suspiro
en las noches de Enero se escucha,
un lamento se encierra en el mismo,
un quejido que arrastra la angustia,
un reproche que fue reprimido
en mazmorra de huerta y penuria.
¿Qué le pasa a la reina?
¿Qué le pasa a Morayma?
¿Dónde guarda sus penas?
¿Dónde fueron sus lágrimas?
Cuando el rey la tomó por esposa
quince abriles tenía la moza,
quince abriles de rosa y jazmín,
quince ofrendas de amor y promesas
que entregó a su amada, Boadil
Su hermosura cantaron poetas
que admiraron su porte y su gracia,
por sus bellas facciones de cara,
por sus hombros, su talle y caderas,
observado a través de las rejas
ocultada de extrañas miradas.
¿Quién arrestó a la reina?
¿Quién creó su sufrir?
¿Por qué nadie se acerca
por la huerta del Chapiz?
Los lamentos nos llegan de lejos,
de una suegra altanera en la ruta,
de un amor que sufrió los arrestos,
de un reinado entregado sin lucha,
de una vida a los pies de la Alhambra,
de un destierro por las Alpujarras,
de una tumba cavada, en Mondújar
Cecilio 17/05/2016