Hubo un momento de gran recogimiento en el mar verde,
que era acompañado
por la música que producían las tenues olas
al chocar suavemente contra la embarcación,
que avanzaba pacíficamente por el inmenso mar
en compañía del vuelo y el ruido de las gaviotas,
una agradable brisa marina recorría el barco,
al tiempo que unos delfines con sus peculiares sonidos
y saltos en el agua, se unían al hermoso y pacifico momento.
El capitán lo miraba todo con ojos de niño, y con ojos de viejo sabio,
viejo lobo marino de mil batallas,
es tiempo de cambiar, pensó el capitán,
es tiempo de ser más fuerte que ayer si cada vez más fuerte;
pero a la vez más compasivo, mas tierno del alma,
porque solo los hombres y mujeres más duros,
son capaces de conservar dentro de si las almas
más dulces y nobles,
capaces de brindar el amor más puro.