En la exquisitez de tus manos
quisiera perderme algún día
trémula Dulcinea
o Cleopatra suicida.
Con pensamientos refrigerantes
que remuevan cada fibra
cada célula itinerante
y sea un nacimiento consciente
el deseo planetario
que renuncia a cada orgasmo
otra vida más
a cada íntima emoción
viciosa de suspiros
y de miedos fatigados
me gustaría en esta vida
sentir una caricia en cada verso
porque no vuelvo más.