hoy no tengo una prosa literaria
ni una oración, que redacte en concreto;
solo un himno que realza un soneto,
que no es costumbre de mi pluma diaria.
De cuatro estrofas mi obra se compone
y van enrejadas en catorce versos;
repartidos, tajantemente dispersos...
¿Será que en mi libro las coleccione?
doy cuenta, que no cabe lo perfecto
en esta hazaña poco deslumbrante
ya que en la métrica no soy correcto;
menos, al rematar con asonante
en las líneas de este terceto
mi ocurrencia que es todo un desastre.