Lidia

EL DESTINO

Nadie puede evitar su destino

porque es una fuerza que no se puede ver

y como es invisible, te acosa y te persigue

para lo que te asigna lo tengas que aceptar.

No importa que quieras evitarlo

o te desvíes de la ruta la cual él te trazó

porque en cualquier cruce del camino a donde vayas,

te dejará saber, que escaparte no podrás.

Es que muchas veces, el destino es cruel y despiadado

porque teje telarañas que enredan tu existir,

dejándote sin encontrar salida

para que nunca lo puedas evadir

porque lo que decide para tí en la vida

te pone trampas, hasta hacértelo cumplir.