En el cielo se ocultaba tú mirada, pensé que era el cielo que me miraba, sus nubes grises resguardaban a esas perlas que lentamente me observaban.
Lloraban de angustia por la tristeza de mi vida, su plenitud iluminando paso a paso mi camino, bajo el llanto amargo en este callejón sin salida, mirada tras mirada diciéndome que este es mi destino.
Desvaneciendose ante mis ojos cambiando de figura, eran tus ojos bellos con pose de dulzura, pidiendo mi calor, mis besos y mi ternura. Sofocandose a este amor y quebrantandose en la locura.
Autor: Mario Barroso