\"Súbete ahí.
No corras,
no llores, no grites.
Tus llantos se ahogaran en mi mano\".
Le dice el verdugo a la pequeña niña,
mientras que éste toca su desnudez.
Tan joven, tan frágil, manchando su pura piel.
Sollozos ahogados en su garganta.
Los \"Mmmh...\", escuchando el placer aún sin sentirlo...
Mira al cielo para ver: la luna, testigo de aquel acto cruel...
Sumisa del miedo y la vergüenza,
cae rendida a las manos de aquel desconocido.
La noche se ahoga en un repugnante sabor.
Al terminar,
el niño se levanta con sus ultimas fuerzas y decide ir a cumplir su promesa: danza a la luna y su dulce voz varonil.
Corre desnudo hacia aquel campo para ir a verla,
antes de que su ama, la mujer a la que fue vendido, lo encuentre.
El pequeño,
sin fuerzas,
levanta la cabeza en puntas de pie,
terminando su baile,
despidiéndose de aquella noche...
Cortando su cuello para calmar la vergüenza y el dolor. \"
Dorian.