Iguales son los néctares, iguales las burbujas,
del cóctel de tu boca que emana en dulces copos.
Tu voz de mago ofrece dulcísimas las frutas,
y lléname en verdad tu amor en verso dioso.
Las mismas fases son de Venus, de la Luna…
del huerto en que pusimos la sal de buen abono.
Los besos como pétalos compiten con la lluvia…
y dejan en la piel tatuajes infrarrojos.
En cada instante busco tus ojos de azabache
tus pasos sigo firme, de noche y por el día
pues bien que a mi carruaje acoplan y subliman.
No creo que hayan vidas en campos y ciudades
libando tantas mieles en célicos manjares
así como nosotros con tan bella cantiga.