Me he despertado en mitad de la noche
con las pupilas empapadas,
y me he dado cuenta de que estoy sola,
no tengo más que una pluma
y una imagen tuya que se repite en mi cabeza,
dos o tres papeles me acompañan
para recordarte y sonreir irónicamente,
al pensar que ya no estás junto a mi
ya no le veo la belleza a la luna
y el amanecer ya no es especial,
pues las noches y el despertar de la aurora
pierden su magia si tu no estás.