Tu, que bajas por mi cuerpo como lava ardiente
Posas tu boca en mi centro.
Tu lengua es fuego que quema cada espacio de mi ser
Que enciende cual hervor mi sangre.
Tocas mi piel haciendo que en mis aguas tranquilas se forme un torbellino
Un huracán de deseos que enciendes con tu fuego
El cual yo avivo con mis aguas.
Entras en mi cuerpo cual tormenta en medio del Océano
Te mueves dentro mío como las ondas que mecen una canoa en medio de un rio
Te entierra de forma salvaje, cual tsunami que entra arrasando con todo.
Envuelvo tu fuego con mis aguas
En un acantilado de besos que queman en mis labios
Hervimos al contacto de nuestra piel desnuda.
Tu, el fuego que arde quemando mi cuerpo
Yo, el agua que aviva el calor en tu sangre.
Me ponemos cual tormenta perfecta perdida en el mar
Levantando sus aguas, tragándose todo, llevándose todo consigo
Te pones cual volcán en erupción
Descendiendo en mi cual lava encendiendo todo por donde pasa
Quemando todo lo que toca.
Tu cuerpo es como el fuego que arde en medio de un bosque
Que quema destruyendo todo a su paso
Un fuego que se aviva al juntar nuestros cuerpos.
Me evaporas con solo deslizarte dentro mío
Haces que la sangre que corre por mis venas hierva
Cual agua a cien centígrados, burbujea, quema, acalora.
Imagina que somos agua y fuego
Que soy esa tormenta perfecta que arrasa con todo lo que se lleva consigo
Que eres esa cera caliente que en diminutas gotas caen quemando mi piel
Que soy aguas de cataratas cuando tocas su piel: desenfrenada, agitada, mojada
Que eres esa llama que se aviva al juntar nuestras pieles tal y como vinimos al mundo
Mas fuerte, mas viva, mas ardiente.
Piensa que somos dos elemento que se complementan, que se necesitan
Tu para avivar el fuego que corre por tus venas
Con las aguas que se escurren por mi cuerpo.
Y yo para calmar este torbellino de deseos que se intensifica en mi centro
y que para calmarlo necesita del fervor de tu cuerpo
Para prendernos fuego.