Arrastramos nuestros pasos
a través de cenizas de arrogancia,
incapaces los dos a consentir
a los paradigmas de prejuicio
de cada uno,
nuestros peraltes en ángulos opuestos
aún así, nuestros corazones,
dos imanes,
un asunto de servidumbre amorosa,
de una tal voracidad insaciable,
que paulatinamente apodera nuestras mentes
hasta un estado de glotonería
La foto por cortesía de Jérome Coppo
www.jeromecoppo.com