En cualquier lugar se esconde el poeta,
puede estar solo detrás de una piedra,
o quizá bajo la sombra de una yedra,
o hipnotizado por una humilde violeta
El poeta canta a la vida hasta la muerte,
incluso en los campos de exterminio,
en lo más insospechado tiene su dominio,
para él no hay fortuna, solo buena o mala suerte
El poeta nunca descansa,
ni siquiera cuando sueña,
su alma inquieta no le deja
La conciencia despierta no se amansa,
pero a veces la vida le es risueña,
y goza de la libertad sin muros ni reja