Bésame, en el comienzo del amanecer,
como el rocío, besa los pétalos de las flores,
besos húmedos,
entre el frío de la mañana y el calor de tu cuerpo,
ocasionen vapores,
mis labios tuyos quieren ser.
Bésame, de sorpresa, inesperadamente,
igual que una estrella fugaz besa el firmamento,
iluminando mis deseos carnales,
sin arrepentimientos, ven, acércate ligeramente.
Bésame, con la furia de un león,
devórame, como única presa en el desierto,
nuestra pasión quede al descubierto,
en tus garras, quiero llegar hasta el panteón.
Bésame, solamente bésame,
sin excusas, sin miedos, en silencio,
besos recios,
te haré saber desde cuando te amé.