Te sigo como la luna al sol,
cobarde y desde lejos,
repito el mismo error.
Incansablemente terca
cuan tormenta en el desierto.
Admirarte en silencio.
Entre sombras y desapareciendo.
Con la certeza del querer
y la angustia del imposible
siento esfumarme.
Compartimos el mismo horizonte.
Difuso y etéreo.
Amanecemos a deshoras.
Yacemos en perfecta armonía
siendo seres opuestos.